Feliz miércoles! 🥳🥳 Esta semana vamos a hablar de cómo negociar el precio del menú de la boda.
¿Esto es posible? Por supuesto. Eso sí, siempre hay formas y formas. No podemos despreciar el trabajo de los demás ni pedirle peras al olmo.
En primer lugar, porque no conseguiremos nuestro objetivo, sino que ofenderemos al que nos atiende. En segundo lugar porque, igual que a nosotros, todos queremos que se nos valore nuestro trabajo y en base a eso ponemos un precio.

Teniendo estos puntos claros vamos a ver algunos trucos para negociar el precio sin perder los modales.
1.La fecha
Si estás metido en este mundo, sabes que no es lo mismo casarse en junio que en diciembre. La razón es muy sencilla, la gente suele decantarse por temperaturas cálidas antes que por las frías y esto puede ser una ventaja para nosotros los ahorradores.
Además, si en lugar de elegir un sábado (el día más clásico para una boda), eliges el domingo, también jugará a tu favor.

Por supuesto, cuando unas fechas están más cotizadas es por algo: mejor tiempo, mayor disponibilidad de la gente, si hablamos del sábado tenemos el domingo de descanso antes de trabajar, etc. Peero, ¿las otras fechas son malas? ¡Para nada!
Para que te hagas una idea, los meses con más bodas están en torno a mayo, junio y septiembre. A estos meses les siguen abril y octubre y el resto quedan libres para negociar un poquito más.
Yo os diría que podéis intentar conseguir un 5% de descuento en el precio final por unir una de estas características. Y si juntáis mes «poco común» + domingo, pelead el 10%.
¿Hacemos cálculos? Si tienes 150 invitados con un cubierto de 90 euros y te ahorras el 10%, estás ahorrando 1.350 euros (si hablamos de más invitados las cifras se van disparando).
2. Número de invitados
Entre mis lectoras (y lectores, que también sé que estáis por aquí) soléis tener un gran número de invitados. Jugad con esta baza.
A un restaurante le interesa más tener una boda de 250 personas con un descuento del 10% que una boda de 80 con su precio original. Es pura matemática, los números no son los mismos.
Así que si andáis apurados económicamente, no queréis renunciar a número de invitados y os ha gustado un restaurante en concreto, intentad un 10% en vuestro presupuesto final.

En estos casos, hay algunos restaurantes que incluso «quitan» el IVA (se hacen cargo ellos), y ya estaríamos hablando de un 21%. No es lo normal, pero para que sepáis que puede pasar.
3. El menú en sí
Sí, el menú puede hacer que cambie el precio y mucho. Lo mismo os digo, si sois muchos invitados siempre podéis jugar un poco más.
Si, por ejemplo, os gusta la carne de un menú superior pero sois muchos invitados, podéis intentar mantener el precio inicial y obtener una carne superior.

Quizá os pidan cambiar alguna cosa a cambio, podéis renunciar a algo del cocktail (si quitáis una sola cosa, los invitados no lo percibirán) o podéis poner algo más sencillo como primer plato.
4. Barra libre
Aquí realmente encontramos el punto que, en mi opinión, es el más fácil de negociar con el restaurante. Pero, a la vez, es el que más suele costar recortar a los novios. Depende mucho de lo que ofrezca el restaurante.
He de deciros que una boda de media tiene 3 horas de barra libre. Los restaurantes, cada vez más, se suman a la ola de las eternas barras libres.

¿Por qué? Consiguen un beneficio muy grande en proporción al personal y material que emplean en esas horas.
Por eso podemos encontrarnos un todo incluido con 4 o 5 horas. Si es este el caso, quizá prefieras recortar una o dos horitas y restarle 10 euros a cada menú (¡ojo la cifra!).
5. Consigue extras
Quizá no consigas recortar el precio como tal, pero si consigues extras gratis, de alguna manera lo estás haciendo. Por ejemplo, si habéis elegido febrero o sois más de 200, ¿qué te parece pedir que os incluyan un corner que suelan tener como extra? ¿o un cortador de jamón?

Si la empresa tiene contratado servicio de buses, quizá sea buena idea también.
CORONAVIRUS
Sí, es algo que nos ha afectado a todos y que no es agradable vivir. Muchos tenéis que cambiar la fecha, otros veis el año que viene con recelo…. Eso no lo podemos cambiar, pero vamos a intentar sacarle el lado bueno a la situación.
Precisamente esta inestabilidad está haciendo que los restaurantes de bodas sean mucho más flexibles en cuanto a exigencias y precios de los clientes. Es mejor cerrar una boda con menos beneficio, que tener el fin de semana vacío.
Por supuesto, siempre respetando el trabajo del otro, podéis negociar y mucho el precio. Conozco a parejas que al elegir una fecha cercana (porque han organizado la boda rápido o porque han movido fecha) han conseguido que cubiertos de 180 se quedasen en 120., 60 euros menos. ¡Ahí lo dejo!

¿Qué os parecen las ideas? Hay que ser pícaro y dejar todo por escrito, nunca me cansaré de insistir en este punto, pero es posible llegar a un acuerdo con los restaurantes.
Siempre siendo educados y corteses y estando muy pendientes de las reacciones y comentarios de los empleados del restaurante. Lo último que queremos es ofender. El objetivo es llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Y dicho esto, nos vemos el miércoles que viene como siempre a las 18.30 y en mi Instagram, donde subo contenido diario. Un besote!!😘😘
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