¡¡Feliz miércoles!! Estoy emocionada con la entrada de hoy. (Si tienes poco tiempo para leer, ve directo al final de la entrada, allí podrás ver el vídeo de la boda de Alfonso y Marta).
He de decir que va a ser muy breve, pero muy cargada de amor. En la página Sobre mí os he contado por qué decidí dar el paso y adentrarme en el mundo de las bodas. Desde pequeña este mundo me ha llamado muchísimo y poco a poco he ido descubriendo cómo enfocar y aportar mi granito de arena.
Gracias a los estudios que estoy terminando, he terminado prendada del mundo audiovisual, la edición y, de manera especial, captar emociones. Esto lo he reflejado tanto en reportajes como en la redacción de noticias, fuesen del tema que fuesen.

De este modo, no quiero hacer otra cosa que no sea buscar el lado humano de cada momento, ya sea escribiendo, grabando, editando, enseñando…
Como sabéis, mi idea de boda ideal se aleja mucho de esas cargadas de mil cosas y con carencias en el fondo de la relación. Al final lo importante es lo importante: el verdadero amor y respeto que deben profesarse los novios. Por esta razón, mi trabajo busca la sencillez, que sea asequible para cualquiera que quiera tener el vídeo para siempre.

Cuántas veces resulta imposible conseguir un fotógrafo y un videógrafo para la boda. Al final hay que renunciar a uno u otro. Es cierto que los costes de un videógrafo profesional son elevados, me gustaría desglosarlos más adelante en otra entrada, pero en líneas generales hay que considerar el precio de las cámaras, los objetivos, grabadoras, los cursos de formación, el coste de los desplazamientos, las horas de trabajo invertidas…
Sin renunciar a la calidad del vídeo, quiero centrarme en esas parejas que quieren el recuerdo de su boda sin precios desorbitados e inalcanzables, donde la calidez humana sea la tinta que escriba la historia.

Hoy me estreno en el blog con unos amigos, Alfonso y Marta. Sin duda, puedo decir que fue una de esas bodas que siempre estarán en el TOP5 de mejores bodas a las que he ido (si es que eso existe). Realmente la disfruté como invitada y como videógrafa. El ambiente fue estupendo y se respiraba el amor de los invitados hacia la pareja.
En otra entrada me centraré exclusivamente en ellos, cuando reciban el reportaje fotográfico. Al trabajar mano a mano con las fotógrafas sé que las imágenes serán preciosas, pues se veía el mimo y cuidado en cada disparo.
Aprovecho para deciros que si queréis contar conmigo para capturar vuestro gran día a través de un vídeo, podéis escribirme a través de este formulario.
Espero que os haya gustado, no olvidéis seguirme en mi cuenta de Instagram, donde publico imágenes diarias para inspiraros a la hora de crear vuestra boda perfecta.
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