SEATING PLAN: Sin volverse loco

¡Feliz miércoles! 🥳 Una semana más me gustaría ayudaros a reducir el estrés en la organización de la boda.

¿Se puede disfrutar de los preparativos? Por supuesto. ¿Es fácil llegar al equilibrio y tener todo bajo control? No tanto.

Y el principal culpable de nuestros agobios es el famoso seating plan. Una palabra muy bonita y que a veces la mitad de las novias no entienden. En idioma de andar por casa, nos referimos a la colocación de los invitados en las mesas.

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Y sí, de aquí nadie se libra, es una de las cosas que más tiempo te llevará y que, si no sabes gestionarlo bien, te dejará con algún disgusto.

Pero no te preocupes, vamos a ver cómo convertir esto en un encaje de bolillos de lo más apañao´.

1. Cierra la lista de invitados

Antes de continuar, me gustaría deciros que hablo desde mi experiencia y opinión personal.

Hasta que la lista de invitados no esté completamente cerrada, no comiences con las mesas. Y cuando digo completamente es COMPLETAMENTE. ¿Por qué? En todas las bodas hay gente que se cae del barco en el último momento y otros que finalmente se suman.

No lo hacen por molestar, no es un complot, pero pasa. A veces fallece un familiar, tienen un compromiso de trabajo de última hora, su hermana se pone de parto, ¡en fin!, muchas cosas.

Y lo mismo sucede en el otro lado. A tu amigo al final le conceden el día, la boda de tu prima segunda ha cambiado de fecha, etc, etc, etc.

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Empezar a hacer la colocación antes de tiempo puede suponerte un trabajo extra. No es lo mismo ponerse dos o tres días a tope con ello, que dedicarle dos meses y que sea monotema cada vez que algún invitado os habla de la boda.

Pablo y yo esperamos a estar a dos semanas de la boda para empezar (y terminar) el seating plan. De esta manera dedicamos el tiempo justo y necesario para organizarlo, sabiendo quién venía exactamente y todo. Además, aprovechad para preguntar dos semanas antes por alergias e intolerancias para que sean tenidas en cuenta por el restaurante y sepan también en qué mesa se sitúa cada uno. Una medida sencilla que evitará disgustos.

Otra ventaja de hacerlo en el «último momento» es que evitaréis comentarios del tipo:
¿Con quién me vas a poner en la mesa? Yo no me siento con Fulanito, pero me encantaría estar con Meganito y Tirotito.

Mmm, no por favor. La respuesta será fácil: no puedo decirte porque aún no hemos empezado.

2.Organiza el espacio

No es lo mismo organizar las mesas para 250 invitados que para 50. En el caso de los últimos, puede ser incluso una mesa única alargada, algo imposible si son 250.

Por eso, antes de hacer croquis o grupos piensa en el número de mesas, y en el número de personas que tendrían que ir en cada mesa aproximadamente.

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Esto último varía mucho en función de lo grande que sea el sitio. Si sois 150 invitados y el restaurante tiene capacidad para 300, no tendréis problema para dividir en todas las mesas que queráis. Pero como normalmente se anda justo, empezar sabiendo que más o menos x personas tienen que caber en cada mesa, os ayudará.

¿Ya has hecho esto paso? Ahora sí es el momento de pasar a la siguiente fase, empieza lo difícil.

3.Crea grupos y personas comodín

¿No entiendes el título? Ahora te lo explico en un momento.

A veces uno no sabe por dónde empezar, así que te propongo que olvidándote por un momento del paso anterior, dividas tu lista de invitados por grupos: el grupo del cole, de la universidad, del trabajo, familia materna, paterna, familia del novio, familia de la novia…

Al hacer esto, tendrás una idea inicial de cómo empezar tu croquis. Peeero hay amigos que se quedan sueltos porque les conoces de algo aislado. ¿Qué hacemos con ellos? Van a ser tus comodines y les vas a a querer como a ninguno, porque lejos de dar quebraderos de cabeza, van a rellenar tus mesas sin ningún problema.

Si tienes grupos pequeñitos, puedes juntar dos en una misma mesa. Aunque no tengan afinidad, con que se conozcan tres entre ellos es suficiente.

¿Qué pasa si, por el contrario, los grupos son muy grandes? Divide ese grupo en dos y rellena la mesa con esas personas «comodín». Por supuesto, nuestra intención es que todo el mundo lo pase bien así que dentro de esas personas (o parejas) comodín, elige a la que pueda sentirse más cómoda en ese ambiente.

¿Y el tema de rollos familiares? En todas las casas se cuecen habas, y algún roce puede haber. Si la familia es muy grande pueden dividirse las mesas de tal manera que no coincidan, pero si resulta imposible, te aconsejo que en la mesa cuentes con un aliado que apacigüe las aguas cuando el mar esté revuelto y que, también, evite que se sienten juntos.

Si termina sucediendo algo…no te sientas culpables, todos los invitados, incluyendo los familiares, están ahí por ti y deberían respetarlo. Si no sucede así, está claro que no ha sido error por tu parte.

4. Mesas listas, ¡metre!

Ha llegado el maravilloso momento, lo tenéis. Has conseguido encajar a ese amigo perdido que no tiene mucho tema de conversación y que se pone tímido en grandes fiestas. E N H O R A B U E N A.

Ahora vamos a por lo más sencillito, lo último antes de mandar el plano al restaurante. Dibuja el plano del restaurante y dónde irá colocada cada mesa.

¡Ojo! No te pongas a organizar por tu cuenta, normalmente el restaurante tiene una distribución establecida para que sus camareros puedan trabajar bien, que las mesas no se apelotonen y que los invitados puedan moverse con libertad. Por eso, mi consejo es que hables con el restaurante sobre este punto.

Con el plano en mano y tu lista de invitados, asigna un número a cada mesa de invitados. Así te asegurarás de que aquellos a los que más quieres estarán cerca de ti.

Además, si el restaurante te lo permite y te acercas a dejar algunas cosillas el día anterior, observa la colocación de las mesas y que todo coincida.

5.Dale un nombre y una imagen

Si quieres mimar a tus mesas que tanto trabajito te han costado, ponles un nombre original que se aleje del «mesa 1, mesa 2» y para darle un plus acompáñalo de alguna imagen.

Hay muchas gente que elige lugares en los que han vivido momentos bonitos para nombrar sus mesas y lo acompañan con imágenes del lugar. Otros tomando esta misma idea, ponen fotos divertidas de ellos.

Esto es lo que se te ocurra a ti.

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Por cierto, que no se te olvide imprimir el seating plan grande (el que los invitados ven en el cocktail) y el pequeñito que se sitúa en cada mesa. Antes de hacerlo, consulta con el restaurante porque a veces se encargan también de esto.

¡Chimpún!

Nos vemos el miércoles que viene a las 18.30 por aquí. Como siempre, podéis escribirme en mi Instagram, donde estoy activa diariamente. Un besote!!😘😘