Mi pedida de mano ❤💍

¡Bienvenidos un miércoles más! Hoy traigo notición y es que… ¡¡nos casamos!!

(Perdonad la calidad de las fotos, pero no tengo el mejor móvil y con los nervios no atinaba ninguna jajaja)

Estoy super contenta de ver cómo ha ido avanzando nuestra relación en este tiempo y de ver cómo estamos decididos a dar un paso más. Pablo y yo llevamos casi cuatro años juntos (los haremos el 11 de marzo) y habíamos hablado del tema boda y demás.

Ambos queríamos finalizar los estudios antes de casarnos porque, en mi opinión, no hay que tener todo calculado al límite, pero sí hay que poner los medios para salir adelante.

Como estoy haciendo un doble grado, el tiempo se extiende a 5 años y medio. Los dos terminamos las clases (él del máster) en mayo y podemos empezar nuestras prácticas/trabajos a partir de junio. Esto en cuanto al tema asignaturas. Para finalizar del todo, tengo que hacer dos TFG’s (trabajo final de carrera) con fecha de entrega en el mes de febrero.

Entonces, ¿cuál es la fecha elegida? Febrero. Sí, la intención es comprimir boda y entrega de TFG’s. Hay a gente que le parece una locura (y no digo que no lo sea), pero sabiendo estos plazos tengo tiempo para ir adelantando desde junio y poder tenerlos completamente terminados en noviembre/diciembre.

Me hace muchísima ilusión casarme con Pablo, por un montón de razones que no voy a detallar aquí por la timidez de mi prometido (que emocionante suena 🤭) en redes sociales. Recuerdo que de pequeñita decía siempre: «yo me quiero casar con 23 años», y eso va a cumplirse, así que es otra cosa que también me hace mucha ilusión: ser un matrimonio joven.

Bien, vamos a la pedida en sí (os dejo unas ideítas por aquí). Aunque Pablo y yo habíamos hablado de que este año habría anillo, me lo esperaba para mayo. Mi sorpresa fue ver que no iba a ser así, sino que el último día de febrero (28) iba a ser la fecha elegida. Como mi novio es cordobés, queríamos poder bajar a Córdoba nada más pedirnos para anunciar nuestro compromiso en persona. Eso complicaba un poco la cosa porque cuadrar el máster, con el trabajo y mis estudios parecía imposible.

Bajando a Córdoba

Peeero a Pablo le dieron unos días libres sin yo saberlo, así que el jueves vino a buscarme a la universidad. Una amiga (Mónica), me dijo: «Sal, que tienes a alguien muy especial esperándote«. Al salir estaba Pablo esperándome y dimos una breve vuelta hasta el mismo lugar en el que me pidió salir hace ya cuatro años.

Se puso de rodillas y me pidió matrimonio. Yo al principio ni siquiera vi el anillo porque solo tenía ojos para Pablo y no paraba de abrazarle. Cuando ya lo vi me encantó, me parece super fino y elegante y va mucho con mi estilo. Durante media hora, cada vez que miraba el anillo me ponía a llorar (y lo miré unas cuantas veces así que imagináos el panorama jajaja).

Para celebrarlo, Pablo había reservado mesa para dos en Mamá Chicó, un sitio que sin duda añadiría a la lista de sitios para merendar y cenar. 

Desde entonces se han sucedido días muy intensos y de mucho cansancio, pero muy bonitos hablando con familia, amigos…hemos hablado por teléfono en cuatro días más de lo que hablo en todo el año. Ha sido precioso ver cómo la gente se alegra contigo en un acontecimiento tan importante.

Las fotos no son de la mejor calidad, pero las incluyo igual porque se ve la autenticidad, sin posados posteriores ni nada que lo «adorne». Un besazo muy grande a todos (a esas 500 personas que ya somos en Instagram ❤) y que lleguéis muy felices al fin de semana!!!😘😘

A %d blogueros les gusta esto: